martes, 28 de febrero de 2012

Versos Rotos






Para un amor no presente

Por: Romina Valdés

Dónde hoy habita el olvido se inscriben mis memorias, mis letras y mis versos que siempre te dictan, te recitan, te aclaman y reclaman, para despertarte a esta vida mía que hoy sólo sabe de tus ausencias y de ésta almohada que huele sólo a nuestro ayer, a esos minutos compartidos, desnudos, rotos de la vida pero vivos del alma, enardecidos de este amor que hizo que mis tiempos siguieran y le diera la despedida a la habitación de la soledad.
¿Cuándo fue que confié en tomar tu mano para salir de entre mis propias cenizas y creer en tus labios? ¿cuándo fue que despertaste este corazón añejo de historias y nombres amados y perdidos una y otra vez entre bocas que hoy saben a ayer? ¿cómo fue que un extraño como tú me arrancó de mis propias vías para seguir en esta vida que de pronto tomó sentido en tu entrepierna y ese lugar misterioso donde encontramos al amor, ese que te arrebata la ropa y te deja vestido de piel para encausarnos en una aventura apasionada con la sangre galopándonos por nuestros sexos manipulados por nuestros propios sueños y el dibujo de quien creo que eres tu en dónde habitan mis anhelos?
¿Qué de cierto tendrías entonces que sin más preguntas me uní a ti, a tu carne, a tu sexo, a esa mano tuya que entibiaba mis nostalgias y enjuagaba todas mis penas? ¿Qué de cierto tendrían tus silencios que himnotizaban mis adormecidos labios? ¿Cuánto de cierto hallé en tus palabras, en ese costal de promesas perversas que me provocaban besarte una y otra y otra vez, para ser yo la ladrona de tus amaneceres y la puta de tus noches extrañas que roto dejaron el engaño del hechizo del amor?
Lo cierto es que te vi y la vida siguió como siguen mis pasos sombríos sin ti y embriagados de tu olvido, y la vida me siguió como a los días le sigue el tiempo...

lunes, 27 de febrero de 2012

Souvenirs de tus recuerdos...





Por: Romina Valdés



...y le sigo preguntando por tí a tu recuerdo



¿Qué ves? ¿Qué hay detrás de las vísperas de todos tus sueños? ¿Que se esconde tras las bambalinas de tu patio trasero que sin esperanzas ve pasar un tiempo sin más perdones, mudo de tanto gritar, curado de humildad, asediado por tus caderas, sin más gobierno que tu abusada inspiración y mal viajado desencuentro con la desolación de una depresión que, sobrada de motivos, alimenta tus días dejando hambrienta a esta sed de mi…?

Y aquí me tienes como reina sin trono destronada por las risas que revientan los ecos de este túnel de cuatro paredes que entre muro y muro, grita adolorida por la despedida que un día en una estación lúgubre y sin más argumentos,  dejáse  una maltrecha y malhumorada viudez en la que enterraste a todas mis letras ennegreciendo con ello mis versos, secando la pluma que un día acariciáse tu piel y le hiciera el amor a tus oídos, recitándote palmo a palmo lo que de mi había ahí para ti.

¿A dónde se fueron entonces los vuelos, las alas, las promesas que en una madrugada trasnochada y de desvelo tú en voz bajita y despacito te acercases a decirme al oído dejando como testigos mudos nuestros cuerpos sedientos y cansados tras una vida que camina hacia los adjetivos que inspirasen un corazón que, aunque encerrado en medio de nuestros equipajes, decidiera en ese momento desistir ante el delicioso chantaje de tu voz y la mía al encontrarse bajo el nombre de los amantes inoportunos que llegaron y se fundieron bajo el hombro de la luna, saludándose a los ojos y diciéndole un adiós fortuito o simplemente un hasta luego a la que llamasen soledad…

¿Qué he ganado? ¿Qué he perdido? ¿Cuántas cuentas, cuántas apuestas ganadas o perdidas ante mi retador perfecto, una vida de cuyas caras apenas recuerdo sus nombres como un vano souvenir de la calle de tus recuerdos, del tiempo de portentos de las noches de viernes y los discos rayados cansados de tanto tocar? ¿Cuántos nombres olvidados, cuantas aventuras de un par de locos que tantas calles anduvieron entre sus andanzas guiñándole a la vida, abriéndose ante una historia compartida, volando tan de prisa que en horizonte el sol los perdió? 

Y entre luces de neón la noche se nos hizo eterna para grabar tu nombre en este corazón que hoy duerme en tu recuerdo.



martes, 14 de febrero de 2012

De amor y otros vuelos...








"Por tu mirar que me inscribe en el infinito"


Por: Romina Valdés 



En medio de un insomnio que recorriese cada uno de mis sueños encontre en mi camino el brillo de tus pupilas que ahora gritan que son mías
En medio de aquella pesadilla tus manos tomaron las mias levantandome de entre mis propias cenizas dándome la oportunidad de despertar y anidarme entre tu paz
Como agradecer la maravilla que creaste en mi, como agradecer todo aquello que me devolviste en donde nadie más me veía 
Es entonces cuando busco tus manos en medio de aquel sueño vacío en el que aparecen las sombras de aquella noche helada y veo cuanto ha cambiado mi suerte, cuanto  han cambiado mis tiempos junto a ti 
Entonces surgen los deshojados residuos de una fotografía tuya que mantengo cual si fuese mi tesoro regalándole alivio al luto que había en mi hasta antes de que tus pasos se cruzaran frente a los míos una tarde de llovizna en medio de la subjetividad de un deseo
Resumiendo, te digo que tengo para ti un millón de sonetos y versos que bajo tu manto tomaron mis quicios regalándote cada una de mis palabras adjetivos y verbos conjugados a tu nombre y en todos tus tiempos
Resumiendo, te digo que tengo para ti un cajón lleno de bienvenidas y sorpresas por contar, imágenes inverosímiles que podrás preservar en algún lugar de tus recuerdos
Resumiendo te digo que tengo para ti  un mundo de cuya magia romperá las copas que un día tu madre te heredase una noche de enero
Resumiendo te digo que tengo un puñado de besos calladitos de mañana para despertarte y traerte de donde no te puedo alcanzar
Tengo para ti mis manos llenas de ese cúmulo de sentimientos que por ti hoy se dan en donde creí permanecería lacrado después de aquel error
Hoy tengo para ti algo mas que mi nombre y todo lo que soy
Hoy tengo para ti mis manos entregadas a tu encuentro
Y cada parte de lo que queda de mi
Hoy tengo para ti un presente y un futuro bajo el cobijo de nuestras bendiciones

viernes, 10 de febrero de 2012

Cuanto de cuentos que cuento ahora…




(NOTA: Dale play a la canción que te anexo en el video justo después de que hayas terminado la lectura)

Por:Romina Valdés

¿Dónde estoy ahora? ¿Quién soy ya? ¿Qué de ti permanece aún en mi? ¿Qué hay de tu rostro lánguido y delgado sonriente y feliz que siempre me tomaba por las mañanas y hacia que mi tiempo hiciera una pausa para detenerme en el brillo de tus ojos?
¿Qué hay de todas las historias, de los adioses bienvenidos y los encuentros eternos que entre Bunbury y Sabina dejaron olvidadas las resacas propias de los problemas sedientos de atención?
¿Qué hay de ti y de mi, de todo aquello que fuimos, de tu mano cobijando la mía, de tus risas y mis versos recitados despacito en el umbral de tus sensaciones tomadas de tu oído que presto siempre estuvo a todas las letras que tuve para ti?
¿Qué queda de tus rarezas y mis señales expuestas a tu avance como atraídos por el sol que cobijó cada uno de nuestros pasos, de los versos escritos en servilletas y las vueltas a casa, de las extrañas canciones y las cintas de películas viejas que impuntuales siempre llegaban a nuestras ocasiones vestidas de noticias buenas y cosas que habían y existían por el puro y mero placer de estar y permanecer?
¿Qué hay de ti y de mi aún adentro de nosotros mismos? ¿Qué hay del flaco y la china, de todos los silencios y las búsquedas continuas por el retrato perfecto, de las promesas dichas al viento recitadas y juradas ante un tiempo benévolo que nos regaló sus minutos para cruzarnos en un mismo camino que, aunque pareciera sin fin, sus vías extraviadas ahora permanecen sin poder encontrar el camino de regreso para aquella casa que fueron tus brazos, estadía perfecta para mis propios sueños…
Cuantas risas, cuanto tiempo sin tiempo, cuanto amor, cuanto desazón, cuanto dolor compartido y lagrimas divididas y sumadas entre dos, cuanta luz, cuantas sombras, cuanta magia, cuanto alcohol, cuanta poesía, cuantas letras, cuanto trabajo, cuanto sudor, cuantos cuentos cuantas contados para dos anexando a toda una banda que así lo disfrutó…
Cuanto de cuantos que cuento ahora…
Cuanto de ti y de mi, pasado perfecto esfumado en ayeres que dejaron atrás un presente que, aunque declamado en perfecto, siempre pide y asume una lista en la que se pasa tu nombre aunque nunca respondas un “presente"

jueves, 9 de febrero de 2012

Mientras dormías




Por: Romina Valdés

Hoy la oportunidad me abre sus puertas, dejando atrás el tedio y la tensión
Hoy la confusión de una canción desesperada y orgullosa pierden la moral en turno y me regalan la desnudez de tu presencia despojada de la maldad de un sueño contado en verso en una noche en la que tu boca aun no era mía
Y aquí estas, por fin te tengo, por fin apareciste por fin llegaste hasta mi hasta mis brazos hasta mis labios cubriéndome bajo el manto sagrado que me cobija entre tu mirada, permitiéndome robarle al tiempo tu amor perfecto entregado, sin mas prejuicios que tu petición de mantenernos sin luces mientras nos descubrimos bajo un par de sabanas que cubren el disfraz perfecto, tu desnudez y la mía… 
Que mítico es todo entonces, 
No le perteneces a nadie
Ni al sueño ni a Dios ni a tu madre ni a ti mismo
Eres solo mío y yo aprendo entonces a envejecer entre tus muslos
Me pienso en tus sueños y mis tiempos se conjugan en todos tus verbos
Mis pasos los tuyos siguen llevándome a lo que de ti solo entre mis pupilas podrías conocer, dejándome lo mejor de lo que conozco como yo misma
Y aquí me tienes, junto a ti, observando todo lo que eres mientras duermes
Y aquí me tienes a tu lado preguntándome una y otra vez que es lo que sueñas 
¿En qué cajón guardas las hadas que te regala el sueño?
¿En qué parte dejas tus anhelos al levantarte?
Y aquí me tienes preguntándome una y otra vez cuan dichosa soy por que hayas decidido compartir tu almohada conmigo
A ti que hoy me regalas la dicha de tu nido en mi tejado
A ti mi pequeño amor porque a tu nombre tengo atada mi eternidad
A ti… Muy buenos días corazón

miércoles, 8 de febrero de 2012

THE BEGGINERS (Principiantes)






Ser o no ser... esa es la pregunta



Por Romina Valdés
Sin duda alguna la vida misma es un constante devenir de emociones y vivencias que nos llevan de la alegría a la tristeza y viceversa, una hilarante aventura que nos llena de momentos que reconoceremos como nuestra propia historia. Lo cierto es que de ese ir y venir queda un gran aprendizaje y una lección memorable. THE BEGINNERS es una propuesta cinematográfica enfocada a esos inesperados reveses que la vida nos da, es una comedia dramática en la cual te descubrirás llorando y al mismo tiempo con una sonrisa desdibujada.
Este largometraje trata la historia de un padre muy especial y una decisión de vida compartida con su hijo y las propias problemáticas de éste. Hal Fields (interpretado magistralmente por Christopher Plummer, nominado a un Oscar) queda viudo a sus 75 años y tras 44 años de matrimonio, decide tomar el rumbo que siempre debió de haber tenido su vida, reconoce su homosexualidad sin importar si la vive un día o varios más, todo con tal de estrenar una libertad fuertemente anhelada y reprimida detrás de un largo matrimonio. Tras la muerte de su mujer, Hal le comunica la noticia de su cambio de vida a su hijo Oliver Fields (Ewan McGregor) quien lo toma con asombro pero dándole no sólo su amor sino todo su apoyo. Así se desatan una serie de eventos que marcarán la vida de ambos como nunca. Oliver, por su parte, es un medianamente exitoso  ilustrador, lleno de talento pero embriagado de sus propios traumas y necesidades. Heredero de una madre cuya vida siempre oscilo en el anhelo del amor y el deseo por tener el amor carnal de su esposo contrapuesto con su realidad, llenando a su hijo de culpas y cargas emocionales difíciles de superar que en la madurez de Oliver lo enfrentan con el complejo mundo del amor y el “entendimiento” con las mujeres cuando conoce a Anna (Mélanie Laurent) quien bajo la piel esconde secretos que tienen que ver con su pasado afectando profundamente su historia actual, impidiéndole entregarse al amor. 
Justo en el proceso en el que Hal toma las riendas de su propia sexualidad y con ello la adopción de un estilo de vida diferente, cargado de clichés homosexuales, se ve a sus 75 años viviendo aquello que siempre fue y que nunca pudo externar por los prejuicios sociales de la época (que cabe mencionar eran intolerables, provocando que historias como la de Hal se repitiesen más de lo imaginado) encontrando el apoyo de su hijo, de un puñado de nuevos amigos y de su pareja varias décadas más joven que él. Paralelo a ello, Oliver encuentra a aquella mujer que le provoca el querer aventurarse en pos del amor, sin embargo, ella llega con su propia problemática y su carga emotiva intensa que enreda la vida de Oliver en un vaivén de eventos que lo llevan a entender en carne propia lo que es el amor y las consecuencias de éste.
Como podrás notar, éste es un film intenso y profundamente emotivo, triste pero con un toque de comedia, llevado de la mano de su director Mike Mills e interpretado maravillosamente por sus tres protagonistas Ewan McGregor, Christopher Plummer y Melanie Laurent. Esta es un película embriagada de tristeza, en donde los finales felices toman nuevas connotaciones. Es éste film una ventana que narra tres historias que desembocan en la tremenda necesidad de sentirse comprendidos, aceptados, amados. Al mismo tiempo nos demuestra que nunca es tarde para atrevernos a vivir, abrir la puerta y emprender el vuelo en pos de la libertad al precio que sea, sin importar cuan efímera pudiese ser, cualquier intento de ser feliz siempre habrá valido la pena. 
Con esta película me quedan mil preguntas dando vueltas en la cabeza, ¿porqué los seres humanos no hemos comprendido el significado de la tolerancia y el respeto? ¿porqué si ningún ser humano somos igual al otro tratamos con todos los recursos de establecer parámetros para hablar de “normalidad”? ¿quién dice qué es lo normal y que no lo es? ¿porqué discriminarnos entre nosotros mismos, etiquetando a nuestros semejantes? ¿porqué señalarnos y quitarle el derecho a otro ser humano de amar, sentir y vivir como cualquier otro? Y estas preguntas no sólo aplican en el tema de la homosexualidad, son igualmente aplicables en el tema de la raza, el idioma, géneros, niveles sociales, etcétera. ¿Quiénes somos entonces para provocar historias como la de Hal que vivió una doble vida por el temor a ser señalado y/o lastimado por el simple hecho de amar a un igual? Porqué no entender que la tolerancia y el respeto son clave fundamental para poder vivir en un mundo de paz. Si tan sólo entendiéramos que en nuestras diferencias están nuestras verdaderas riquezas como humanidad, otra sería nuestra historia. ¿Te imaginas reprimir tu esencia por el qué dirán o por miedo a ser lastimado o señalado? ¿qué harías tú? ¿sería la tuya una historia como la de Hal o tendrías el valor de aceptarte tal cual eres? 
Por otro lado esta Oliver y su necesidad de sentirse comprendido... amado... Por desgracia esta es la misma necesidad de millones de seres humanos que buscan desesperadamente sentirse escuchados, aceptados y queridos. Sin embargo, la ventana siempre queda abierta, comenzando por ubicar nuestras necesidades emocionales y/o proyectos de vida y sobre ello, encontrar el valor para luchar por ellos, creéme que nunca será tarde para decidirte a ser feliz, porque ésa es una elección muy personal y que únicamente puede venir de ti mismo. 
Una gama de mensajes quedan al final de esta película que de forma emotiva nos deja una lección vital para la existencia tuya o mía. Espero puedas darte la oportunidad de ver este largometraje con el corazón y la mente abierta, estoy segura que dejará una reflexión para compartir.

martes, 7 de febrero de 2012

En la calle melancolía...



Matices de un poeta urbano sin tiempo ni espacio






Por Romina Valdés



Las realidades de las ciudades, de los arrabales sin cremalleras, de las esquinas vestidas de luces y de sal, de prostitutas, de desolación, de besos desdibujados y maltrechos en las arrugas del olvido, de versos sin motivos y canciones sin firmas, tiempos ni notarios que constaten las historias desquebrajadas entre el asfalto. De imágenes y un poco más de melancolías esta conformado “Con buena letra” del Judás presidiario del canto cuya poesía no presume sino realidades y rostros sin ojos ni apellidos, pero si sobrado de motivos, Joaquín Sabina es su nombre, quien sin molinos de vientos y por varias décadas, ha dejado plasmado entre la melodía de una guitarra y las letras de reflejos hechas poesía, la realidad o el sueño de lo anhelado, de lo que podría usted o yo simplemente ver por las calles, de cosas sencillas, cotidianidad vestida de algo más que poesía, de lunas y noches de boda, de mentiras y verdades, de puestas de sol y eclipses oculares.

Sin duda alguna, las letras y las canciones de Sabina han llenado el alma de cientos a lo largo de toda su trayectoria musical. Ante tal premisa, Sabina y compañía se dieron a la tarea de realizar un libro cuyo contenido fuesen precisamente aquellas letras que, en un momento dado, “alguien” las ha hecho suyas, ya sea para llorar, para reír, para trasgredir, para amar y morir, para levantar la voz en pos del desacuerdo, por la libertad, por expresión, para asignarle nombre y apellido... para lo que fuese, mientras las haya hecho, aunque fuera por un instante, suyas. 

Así, a lo largo de las 328 páginas que conforman este libro, que me permito a aseverar, es mucho más que papel encuadernado, ya que va mucho más allá de la más simple y sencilla lectura, ya que es, sin temor a equivocarme, uno de los mejores regalos que he recibido y una de las mejores lecturas que he realizado. Página por página, mientras pasaban las hojas, como un dedo en la espalda, se fueron dibujando imágenes de quienes podría haber compartido “Y nos dieron las diez” o la dedicatoria perfecta a quien le cantaría “¿Quién me ha robado el mes de Abril?” o a aquel amor que ahora furtivo, ambiguo y nulo a quien en su momento le regalé “Así estoy yo sin ti” o, mejor aún, a aquel amor confiado y desinteresado en quien alguna vez soñé acariciar sus canas y adorar sus arrugas con mi letra y música preferida “Contigo –Yo, Mi, Me Contigo-”, que sigue siendo para mí -como desde el primer día en que mi hermana de caminos Adriana me mostró un día de bohemia y algo más que nostalgias y canciones- mi estandarte perfecto de lo que en el amor puedo pedir.

Entonces llegué hasta mi casa, hasta el lugar donde crecí y la “Calle Melancolía” que tanto anduve en donde “Esa boca es mía” descubrió el temblor del primer beso...
En una edición  de pasta dura, “Con buena letra” nos regala un viaje a través de aquellas calles imperfectas y llenas de humanidad, de pecados e historias, de cuentos y sueños, de poesías y desigualdades, de oportunidades y vidas que terminan, de la visión de un hombre que en lo común ha encontrado su arte dejándonos ante el encuentro de un mundo reflejado entre las letras impresas en una máquina de escribir tan viejas como el barrio de las alegrías, como los tranvías, como los sentimientos más puros. 

“Con buena Letra” recoge todas las canciones de Joaquín Sabina, desde sus inicios hasta la actualidad. Leerlas es descifrar el catecismo de un vividor, de un personaje único y mítico en cuyos ojos se ha sabido reflejar la vida misma.



BIBLIOGRAFÍA
SABINA, Joaquín. “Con Buena Letra”. Ediciones Temas de Hoy. Madrid, 2003. 328 p.p.